sábado, 26 de octubre de 2013

EN LAS PUERTAS DEL HOSPITAL

Se llamaba José Sánchez Carrasco.
Fue asesinado a las puertas de un hospital en México.
Procedía de las grandes brumas de la pobreza
Tenía el alma esqueletizada
la sonrisa fúnebre de quien ya no espera nada.
Perdió poco a poco el agua
del que está formada la vida.
Se evaporó instante a instante
en el lecho infame de la calle
mientras los médicos cumplían con sus horarios
en el ataúd gigantesco del hospital.
Cinco días de agonía
agarrado a la esperanza de una mano humana
de una palabra amiga.
Cinco días escupiendo sequedad
con la mirada quieta enrollada
en el cadaver  que asomaba.
-No tienes seguro, ni dinero...
Es frase que se cuela en las astillas de sus huesos.
Sus asesinos tienen coartada.
Son muchos.
Pueden estar tranquilos.
La macroeconomía les avala.
José Sánchez Carrasco espera en un frigorifico en la morgue.
Ser anónimo. Del ejército  millonario de los pobres.
Su ausencia es la mía.


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