Yo saco conclusiones positivas de esta fallida cumbre del clima. En primer lugar, la ONU no sirve como platónica policía mundial. Es una falacia diseñada por los vencedores de la segunda guerra mundial para repartirse el mundo. Cierto es que el mundo ha cambiado, pero ingleses, franceses, chinos, rusos y americanos siguen manejando los designios del planeta. Esta institución está tan contaminada, tan socavada, se mueve con pasos tan lentos y tiene tan poca fuerza que creo que es la primera víctima del cambio climático. Su inutilidad se ha podido visualizar de manera clara y contundente en la reciente cumbre. Algunos dirán que es mejor eso que nada. Pues vale. Pero a mi me ponen los pelos de punta las fotografías de Obama con los dirigentes chinos y rusos. Parece que están diseñando el tsunami del siglo XXI.
En segundo lugar, los países, llaménse emergentes o divergentes, están gobernados por políticos que son una especie de lacayos de los intereses patrios. Dado que los intereses patrios están en manos de muy pocos, se prefiere seguir con la debacle antes mejor que replantearse donde caminamos como humanidad, y qué hacer con nuestra civilización, es decir, pensar si se puede mejorar algo o cambiar algo es un debate que no interesa. Brasil, India o México quieren su tajada en esta vorágine. No quieren plantear ningún serio debate.
En tercer lugar, el ser humano es animal depredador, al menos tal y como lo conocemos. Prefiere que el mundo se envenene antes que cambiar este estado de absurdos privilegios. Todo sea por las minorías enriquecidas de manera mafiosa. La muerte y la desolación van a ser siempre para los no elegidos, es decir, para la inmensa mayoría. La ciencia molesta cuando nos acerca a la verdad. Es mejor que los cientificos congelen sus previsiones.
El esquema de civilización está agotado. El sistema está tan endeudado , tan excedido que o bien se fragua una gran trampa o bien se desplomará como un castillo de naipes. Su modelo de producción sólo sirve para unos pocos países, pero no para todos.Lo lamentable es que la supervivencia del sistema va unida al deterioro del planeta. Esa es la verdad del barquero.
Me sorprende mucho, en cuarto lugar, el acuerdo al que se ha llegado en Dinamarca. Que cada uno haga lo que quiera. Estaremos vigilantes por si suben las temperaturas mas de dos grados.
Es decir, contaminen hasta que la enfermedad sea irreversible. Luego, ya veremos. Y se quedan tan tranquilos.
En quinto lugar, creo que los ciudadanos, como tantas veces en la historia, estamos solos ante esta batalla. Cada vez se confía menos en los políticos. La política entendida como la representación de las aspiraciones y los deseos populares por una élite elegida y bien pagada no da soluciones al mundo. Se limita a enmascarar los problemas. A ganar tiempo.No se atreve a resolver nada. No puede. Cuanto mas capacidad de decisión vuelva a los ciudadanos mejor para todos. Somos nosotros los que debemos responder ante esta hecatombe porque nosotros somos los actores de la vida. La Tierra es nuestra única certeza. No podemos dejar que se pierda por mantener los privilegios de unas minorías irracionales y egoístas. O venderemos paraguas en verano. (Si el viento nos deja. )
domingo, 20 de diciembre de 2009
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