Es verano y la sesera se resiente de tanto calor. Es una época poca propicia para el pensamiento y el análisis, las ideas se cuecen a una temperatura más elevada de lo habitual y uno tiene la sensación de que lo que destila su cabeza puede tener unos grados de más. Pero a riesgo de sufrir estos inconvenientes, y sufrir alguna calentura, el puzzle de lo que ocurre en Málaga es tan sorpresivo, tan inaudito que aunque uno meta la cabeza en hielo sigue teniendo la sensación de estar viviendo experiencias varios grados por encima de lo que una mente puede soportar.
El pasado día 20 de Agosto fue detenido en el aeropuerto de Madrid el guardia civil Orellana. La noticia de su detención no ha trascendido a los medios de comunicación de momento. No se entienden bien las razones para ocultarla. Orellana venía de un vuelo procedente de Méjico. Había huido de España en septiembre de 2015. Era uno de los principales encausados en el sumario EDOA, en el que están implicados varios agentes de la guardia civil por su relación con el narcotráfico. Entre los agentes implicados en esta causa figura el teniente Valentin, responsable de la investigación del asesinato de Lucia Garrido en 2008 y de la muerte de dos jóvenes colombianos en 2009, fallecidos por disparos casualmente en la misma finca en la que fue asesinada Lucia. El autor de aquellos disparos fue Manuel Alonso, propietario de la finca y ex compañero de Lucía con la que mantenía un contencioso por la posesión de la finca. Manuel Alonso también está imputado en el sumario del EDOA por narcotráfico. El asesinato de Lucia ha concluido con la imputación de dos agentes de la guardia civil y una tercer persona, Angel Vaello, cuyos restos de adn aparecieron ochos años después del asesinato en una llave que fue recogida del lugar del crimen.
El sumario por la muerte de los dos colombianos se archivó y se volvió a reabrir. Está declarado no sólo secreto, sino que tiene piezas ultrasecretas, y sin duda en ese secretismo que aún no se quiere desvelar se esconde una parte importante de los misterios que sacuden a Málaga. Curiosamente Manuel Alonso, ex compañero de Lucía y autor de la muerte de los colombianos (alegó actuar en defensa propia )permanece en un limbo judicial difícil de evaluar en estos momentos.
La huida de Orellana sorprendió a más de uno, pero no a todos. Nunca se saben bien las razones últimas de estos comportamientos y menos en Málaga, donde una madeja de sumarios se extienden como una hydra de mil cabezas sobre la ciudad y todos parecen estar conectados. Es posible que Orellana se fuera por no querer ir a la cárcel. (Por cierto la sentencia del EDOA cuyo juicio ya ha acabado se va dilatando en el tiempo quizás para acrecentar más la intriga) Pero también es posible que Orellana hubiese accedido a algún pacto con los jueces, con los fiscales, o con el servicio de Asuntos Internos. Información a cambio de privilegios o quien sabe, tal vez de protección. El caso es que la fuga de Orellana era una noticia anunciada desde hacía algún tiempo, pues él buscó un pasaporte falso con el que poder salir de España en los ambientes opacos de Málaga y la policía tuvo acceso a una denuncia presentada por un guardia de seguridad sobre las intenciones de Orellana. Pero se marchó. Y ha reaparecido en escena el pasado día 20.
Ha aparecido en escena un día después de que en la localidad malagueña de Mijas fuera acribillado a balazos un ciudadano colombiano que resultó muerto y una joven de la misma nacionalidad que resultó herida grave. Es posible que la calentura del verano me empiece a afectar. ¿qué tienen que ver estos dos hechos aparentemente inconexos? Tal vez nada. Tal vez mucho.
El pasado septiembre de 2015 otro ciudadano colombiano conocido como Ruki moría acribillado a balazos en la misma localidad. Lo curioso es que Ruki era conocedor de muchas de los asuntos que se movían en Málaga, y sobre todo, tenía información de la muerte de los dos jóvenes colombianos en la finca de Los Naranjos. Ruki y Angel Vaello, implicado presuntamente en el asesinato de Lucía, eran también algo mas que conocidos. De nuevo la conexión Lucia Garrido versus colombianos vuelve a tener un punto de unión.
Ruki era una pieza codiciada por el servicio de asuntos internos de la guardia civil. Su asesinato debió poner los pelos de punta a más de uno. Es posible que se hubiera producido una fuga de información desde dentro. El enemigo en casa. Aún es pronto para aventurar mas datos. Dejémoslo ahí.
Volvamos a la calentura del verano. El día 19 fue asesinado a balazos otro ciudadano colombiano en la misma zona. ¿Ajuste de cuentas? Una frase demasiado vacía de contenido. Imaginemos que este ciudadano colombiano fuera también una pieza codiciada por el servicio de asuntos internos de la guardia civil para esclarecer el sumario ultrasecreto de la muerte de los jóvenes en la finca de los Naranjos. Imaginemos que supiera de las conexiones que establece el narcotráfico en todos los ámbitos sociales. Imaginemos que gozara de algún tipo de protección al ser testigo protegido. Creo que se me está calentando la cabeza. Si eso fuera así, ¿cómo alguien podría matarle con la misma facilidad con la que mataron a Ruki?
De momento, nos tenemos que quedar con una certeza. Orellana ha vuelto. Está ingresado en una prisión militar. Su huida y su regreso son un enigma. El sumario de los colombianos muertos tan complicado, tan arduo, tan peligroso, tan secreto no aguantaría una muerte más.
lunes, 22 de agosto de 2016
NOVEDADES EN EL PUZZLE DE MÁLAGA
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Dices de Angel Vaello que tienen su adn en una llave,por que no cuentas la verdad? Eso fue lo que digeron pero la realidad esque no hay ningun adn en la llave y eso esta en los papeles,por que no lo aclaras??
ResponderEliminarTodos estos personajes a la carcel, a trabajar como personas normales y honradas. Puta lacra de narcotraficantes y corruptos civiles
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