miércoles, 23 de noviembre de 2011

MUJERES EN AFGANISTÁN

Hay soldados de 49 países en Afganistán. Soldados de naciones democráticas que un día invadieron Afganistán y se quedaron allí con el propósito - uno de los propósitos- de modernizar aquella sociedad feudal tomada por los talibanes. Años después de esa invasión, en la que participa activamente nuestro país y que ya ha costado la vida a varios militares, el panorama resulta sorprendente y desolador. Entre otras cosas lo digo por Glunaz, esa joven de diecinueve años que en declaraciones efectúadas a la CNN ha relatado su personal historia de terror. Fue violada, se quedó embarazada y puede ir a la cárcel durante doce años a no ser que se case con su violador. Son las leyes de este país en el que las naciones democráticas invierten una suma nada despreciable de dinero para modernizarlo. No sé si a alguien -en todo el mundo "civilizado"- no se le cae la cara de vergüenza cuando defiende nuestra presencia allí y cuando observa los tristes resultados de todo ese despliegue bélico. No sé si alguien se plantea que dado que están allí presentes las fuerzas militares de los países mas democráticos del mundo, es imposible que Afganistán pueda formar parte de la comunidad internacional y reciba dinero occidental sin respetar los mas elementales derechos humanos. Si a pesar del despliegue militar se consiente que el país siga encorsetado en sus leyes feudales habrá que convenir que lo único que nos importa es controlar el territorio afgano por geoestrategia político-militar o por los oleoductos del petróleo de Iraq. Si consentimos todas estas salvajadas en cierto modo nos volvemos también salvajes y además lo financiamos. El problema de occidente es que se está convirtiendo -o se ha convertido ya- en un teatro de los derechos humanos. Sólo importa el interés económico por muchas pantomimas que se hagan. ¿Habrá alguien capaz de defender a Glunaz, de impedir que vaya a la cárcel o impedir que se case con su violador? Y detrás de Glunaz hay muchísimas más mujeres ya encarceladas o sufriendo el escarnio en silencio y tapiadas en sus vestimentas. ¿Oiremos alguna palabra de algún ministro/a de defensa...de los derechos humanos? Me temo que no. Como tampoco nadie nos explicará por qué han vuelto a resurgir los campos de amapola, el tráfico de opio camino de occidente - la heroína- que tan bien les sienta a nuestros jóvenes. Y eso que tienen el país controlado. Eso sí. Militarmente.

1 comentario:

  1. Quiero creer que el altruismo forma parte de la vida de occidente y hay más que interés económico...

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