No parece que pueda haber ninguna excusa en la derrota del Real Madrid ante el Alcorcón. La llama de la guerra de la independencia contra el invasor francés se inició en Móstoles y la llama contra el mercenariado futbolístico se ha iniciado un poco mas acá, en Alcorcón. Es tan severa la derrota que toda la imagenería financiera, onírica y deportiva de los supergalácticos ha saltado por los aires sin que aún se sepan bien cuáles van a ser las consecuencias de este agujero negro en la conciencia de los socios y aficionados. Hace poco oí unas declaraciones de un dirigente madridista que se jactaba de decir que en épocas de crisis económicas un equipo como el Madrid tenía la virtud de dotar a la gente de ilusión, de ser una especie de bálsamo contra la pobreza. Y ahora...¿qué hacemos? No sólo pobres, sino apaleados.
No obstante el pueblo es mas inteligente que sus dirigentes. En vista de la impotencia, el Bernabeú se puso a aplaudir a los de segunda B practicando un exorcismo muy saludable. Yo creo que al aficionado merengue le llevan engañando toda la vida. Los verdaderos magos del club han sido aquellos que han sabido mitificar la década de los cincuenta- sesenta -en la que el Madrid si llegó a ser un equipo- hasta nuestros días, alimentando una extraña leyenda que por mucho que miras a un lado y a otro no se corresponde con la realidad. El Real Madrid es un club mas bien mediocre que no baja nunca a segunda división - aunque se le suban a las barbas los de segunda B- pero que lleva sin sorprender años y años y desarrollando un juego muy pobre.
Es un club financiero, con una buena marca y mucho dinero que vende un producto inexistente y que debe de hacer negocios redondos en muchos frentes, incluido el urbanístico. El último intento de Florentino parecía encaminado a formar una brigada con los mejores especialistas del mundo en tocar el balón. Pero esa brigada carísima ha sucumbido ante chavales de la periferia que juegan al fútbol sólo por pasión. Si Florentino pudiera comprar unos gramos de ese brevaje ya lo habría hecho, pero hay cosas inalcanzables para el dinero.-
Estamos en crisis, pero la banca apoyó todo este movimiento especulativo de jugadores advirtiéndonos de las grandes días de fútbol que se avecinaban, de ese espectáculo colosal que tales operaciones iban a propiciar. El ridículo ha sido tan grande que en Europa, esquilmada de sus mejores jugadores a base de talón, aún deben de estar sonando las carcajadas. Ante este debacle...¿ a quien pedir responsabilidades?
No pasará nada. El fútbol es inteligente. Es el mejor negocio del mundo y tiene enganchado a medio planeta. Se programa de año en año. Se trata de conquistar algún titulo de los restantes que quedan. En el fútbol todo es efímero. Los fracasos , las glorias y las voces del gallinero. Menos mal que nos quedan las leyendas. Aún tenemos cuerda para rato con la del Madrid.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
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