viernes, 25 de junio de 2010

CAMINOS DE HIERRO

Rectas paralelas son aquellas que por mucho que se prolonguen nunca se encuentran. Definición grabada en mi cabeza. Años después me asalta la memoria. El tren, las vías, el infinito. Hay algo misterioso al paso del tren; su llegada desde lo lejos, el pitido, el estruendo que provoca, el vendaval que deja, el paso fugaz de siluetas, de caras que se adivinan en las ventanillas, auténticos fantasmas que cruzan la noche hacia su destino, destino, otra palabra unida al tren; luego de nuevo la soledad, la calma, las vías eternas, el horizonte de hierro, las rectas paralelas que nunca se encuentran...alguien podría pensar que el tren es una máquina solitaria, no manipulada por hombres, una máquina de ciencia ficción que transita los caminos de hierro con plena autonomía, en un mundo aparte, basado en sus propias reglas, pero detrás, como en casi todo, está el hombre, un maquinista, dos; dos seres humanos que guían ese artilugio con la complicidad de la técnica que imagino ya será muy sofisticada. Luego está eso de la puntualidad. El tren no se detiene, no puede perder un segundo. Es una lucha contra el tiempo y todo se debe supeditar a ese horario rígido en el que nos va la vida o la muerte si perdemos unos segundos, unos minutos, no digamos una hora. Es el retraso. Alguien debería analizar por qué nos deprime tanto esa palabra. Parece que el mundo se nos viene encima, parece que la desesperación nos invade cuando aceptamos que las circunstancias puedan ganar a la técnica, al control, al orden establecido. Es un mecanismo de sumisión, oiga, pero lo llevamos muy bien. Así tiene que ser en una sociedad moderna.
Me gustaría que las vías de Castelldefels no fueran paralelas, que se pudieran encontrar y fueran capaces de detener un artilugio del hombre, me gustaría que los máquinistas frenaran cuando vieran una muchedumbre en una estación en una noche como la de San Juan, que las hogueras de la vida detuvieran el carbón ya inexistente de los vapores y que iluminaran el concepto del retraso, si, retraso. No pasa nada si están en juego vidas a las que no se va a retrasar sino a detener para siempre, me gustaría que alguien desde la estación tuviera la suficiente inteligencia, previsión, sentido de la anticipación como para ordenar el retraso, la pausa, el respiro y dar tiempo a una muchedumbre que esa noche había ya roto los esquemas del tiempo, en la noche mas corta del año y saltaba las normas de seguridad, deseables en todo momento, pero irreconciliables con las circunstancias de aquella noche, en las que el tren dejó sin destino a un puñado de jóvenes que buscaban el calor del fuego a la sombra del mar.

lunes, 14 de junio de 2010

PASARSE DE LA RAYA

Lo que está pasando en México debería hacernos reflexionar a todos los ciudadanos de las sociedades democráticas. Desde 2006 han muerto en este país casi veinticinco mil personas por asuntos relacionados con el crimen organizado y el narcotráfico. La crueldad de muchas de estas muertes por parte de los sicarios habla bien de con quien se la están jugando las autoridades mexicanas. El asunto es complejo y tiene demasiadas aristas. Pero me gustaría incidir en una. La narcoguerra mexicana tiene uno de sus principales objetivos en el control de la frontera con Estados Unidos. Es a este país al que van destinados las toneladas de cocaína que los narcos quieren seguir mandando a la pudiente sociedad norteamericana. Cada raya que esnifa un ejecutivo, un artista, o un joven americano lleva el terrible olor de la sangre de esta guerra. A ellos les dará igual, tal vez incluso lleguen a indignarse con lo que pasa en la frontera. Pero no deben ignorar que es su consumo, el mercado voraz de dólares que genera lo que lleva a estas mafias del crimen organizado a poner contra las cuerdas incluso al estado. Matan por dinero, por abastecer a esas capas de la sociedad con su droga favorita. Es tal el negocio que miles de jóvenes mexicanos se enrolan en esta guerra para salir de la miseria. Huyen de las escuelas, de los trabajos miserables. La vida no vale nada. Sólo el dinero, los carros, las mujeres, tal vez la posibilidad de una vida mejor. Lo sorprendente de todo es que una parte de los impuestos de esos ciudadanos americanos que consumen alegremente el polvo blanco va destinada a combatir a quienes les suministran su mercancía, a través de la DEA o a través de las ayudas americanas a la represión del narcotráfico en México. Esos ciudadanos, de allí o de aquí, deberían o deberíamos pensar muy mucho lo que se esconde detrás de una raya. Tal vez luego reclamen seguridad en sus casas, en sus barrios, en sus trabajos. Tal vez luego se quejen también de la delincuencia. Pero esos consumidores de cocaína son una parte importante del problema. El dinero de la coca corrompe a instituciones, a gobiernos, a estados; genera violencia, muertes, grupos de poder que labran fortunas descomunales y que las blanquean en el circuito legal a través de respetables asesores jurídicos y financieros. Las sociedades democráticas deberían de pensar que hacer con sus vicios, porque esos vicios minan la democracia. Tal vez sea hora de ir pensando en otro tipo de alternativas, en otro tipo de ocio. Pero si no es así, urge que alguien medite seriamente sobre todo esto. Las drogas no las para nadie. En cualquier calle de Europa, América, o Estados Unidos uno puede adquirir cuantas dosis quiera. Los gastos policiales para combatir el fenómeno son desorbitados y los resultados mas bien escasos. Las cárceles están llenas de narcotraficantes a pequeña o a gran escala. Los sistemas judiciales saturados de asuntos de narcotráfico. ¿alguien tiene miedo a legalizar algo - y no afirmo ni niego que esa sea la solución- que de cualquier manera es cuasi legal? ¿No es hora de afrontar un problema muy serio que esta corroyendo los cimientos de muchos estados en una guerra sin final mientras dé los fabulosos beneficios que da el narcotráfico? ¿No es la hora de la cultura, de la educación, del re-pensarse? El fiscal Castresana ha dimitido de Guatemala, no sin antes denunciar que las principales autoridades del país son cómplices de narcotraficantes y del crimen organizado. En Guatemala, en México ,como en tantas partes del mundo, se están pasando de la raya.

sábado, 12 de junio de 2010

MOMENTOS CONFUSOS

Este es el momento de la confusión. El momento de la confusión de la izquierda que se vuelve de derechas, de las derechas que se vuelven de izquierdas. Es el momento donde las burocracias sindicales amenazan con un día de huelga general. Y luego ya se sabe. A trabajar al día siguiente, a pagar el día de huelga, y a acatar todo. Grecia sucumbe, Roma impone la censura. Alemania y Francia ponen orden en el patio. La Unión Europea es ante todo el dominio de los fuertes sobre los débiles. Entrad en el club, pero esto tiene dueños. Los mercados..¿quienes son los mercados, que caras se esconden tras ellos?- dictan sus leyes. Se acabó la ensoñación de un estado de bienestar. Hay que recortar por todos lados, a los parados, a los jubilados, a los funcionarios. Ya se sabe, gente molesta, improductiva, que nos quita una parte de los beneficios. Ahora todo se hace en nombre de España. y ¿antes? Las medidas duras son beneficiosas para el país. Estamos en la buena senda. Por mas que los periodistas económicos lancen conjuras contra nuestro estado, los mercados nos han bendecido. Hemos empezado a obedecerles. Gobernar es muy duro, hay que tomar decisiones difíciles. La prensa nacional aplaude. Que nadie se mueva.
Hablan los popes de la izquierda desde sus lujosos retiros africanos. ¡Pobres infelices aquellos que no se enganchen a la rueda del poder¡ No hay para todos. De vez en cuando se nos escapa una Belén Esteban. Esto no es el sueño americano, es la irrealidad española. Tal vez si tu hijo fuera futbolista....Si, el mundo ha cambiado de treinta años a esta parte. Ahora la gente gana menos que hace 20 años, pero los precios siguen la deseada evolución. Estamos endeudados, entrampados. Nos han vendido humo. Los pisos, las casas en las que habitamos apenas valen nada. Lo dicta el mercado ahora. Tal vez dentro de unos años a alguien le interese crear una cortina de fantasía especulativa y te volverás a sentir millonario, no te preocupes, españolito. Los contratos de trabajo tienen que ser distintos, las relaciones laborales también, los sindicatos que dejen de hacer convenios. Convengamos directamente con el patrón. Todo huele a naftalina, la izquierda no sirve, no tiene margen y acaba siempre en la derecha. La derecha, a veces, es mas flexible. Tiene mas prejuicios. Mas miedo de meter la pata. Su discurso no se anda con medias tintas. Sabe a que atenerse. No se hubiese atrevido a hacer las reformas de la izquierda en el sector naval, en el metalúrgico en la década de los 80. El trabajo sucio lo hace la izquierda. Es mejor. Mas aseadito. Poco margen de separación. Cuando la izquierda se pone seria, hasta la derecha se asusta de sus modales, empezando por Cospedal. Pero en Europa, en el mundo, ya no hay ideologías. Sólo bancos, mercados, poder financiero. La política se ha convertido en un escenario de títeres. Pobre Zapatero, buscando la comprensión de sus mayores, que ya son dinosaurios del mundo poderoso. ¿No sabías que hacer, eh , pequeñin? No te preocupes. Hay que escuchar las voces de los que saben. ¿Por que nadie te cuenta que el sistema ha hecho crak, por qué nadie te dice lo que en verdad está pasando? Hay que ser cautos y obedecer. Salvar los restos del naufragio a costa de lo que sea. No hay salvavidas para todos. No soy economista pero es tal el disparate de esta ciencia que oigo todos los días lo mismo y su contrario, en un alarde de torpeza mental impresionante. Nadie se pone colorado. Ni la roja. Esa es la solución. Ganar el mundial. Aprobar la reforma laboral con los goles de la victoria. Al fin y al cabo somos españoles. Nos falta un ciclo para alcanzar la profundidad de la generación del 27. Mientras tanto empobrezcamosnos con las bendiciones de la izquierda. Es por nuestro bien, por el bien de España y el de Europa-.

miércoles, 9 de junio de 2010

INTERLUDIO

Un racimo de sol cae desde el cielo al desierto. Uvas luminosas que ya dejan sentir la energía sin tregua de un nuevo verano. He visto a los lagartos otear el paisaje desde sus piedras milenarias. Algunos llevan prisa. Otros miran y remiran antes de dar un paso. El esparto se comba sin tregua ante el viento aún no demasiado caliente y refulge en las lomas de las montañas con su áureo esplendor abriendo el camino como espadas relucientes. Los cactus , arañas petrificadas, exhiben sus últimas flores en una maravillosa disonancia que suena en los ojos. La nariz busca el olor del jazmín que inunda los rincones de las casas mientras muere la fragancia del azahar que aún se adivina en las tabernas del instinto. Ya nace el galán de noche capaz de hacer volar con su aroma al dinosaurio mas pesado. Las chumberas tejen con hilos de sol sus flores de púrpura carnosa, las buganvillas se encienden en el aire con su aliento de fresa. No he visto mundo mas motorizado que el de los insectos. Todos en marcha sin topar unos con otros, faenando en las labores de la tierra profunda, en la algarabía de las flores, en la columna de los árboles. Los pájaros vienen a encender las farolas de los algarrobos, los gatos se refugian en la sombra, a la espera de la noche. Un búho canta, emite sus sonidos de telégrafo. Yo oigo. Estoy allí, donde el sonido de la noche se derrama en la música sin acordes, sin pentagramas, en la inmensidad de un planeta que gira solo, luminoso; en la azotea de una nave que surca las estrellas sin encontrar aún la huella precisa que determine la razón de tanto misterio fugaz pero hermoso. Estoy aquí viendo a los peces nadar en el recuerdo de la piedra, oyendo la resaca del mar en el corazón de un arrecife.

martes, 8 de junio de 2010

LOS APARECIDOS

Realmente lo del torero Julio Aparicio fue una aparición. Le vi en una foto de un periódico mostrándose hierático, erguido, casi con apariencia de estatua. Acaba de salir de la cogida mas brutal que yo haya visto jamás hace tan solo unos días. Ni el pintor mas macabro osó mostrar nunca una imagen con tanta profundidad, con tanto dramatismo. El cuerno que atravesó su garganta dejó sin voz al mundo. No hubo ni tiempo para el grito. Yo pensé que le había matado, que le había roto la traquea, la yugular, que le había destrozado el cráneo, la lengua; que le había secado para siempre la saliva, que las silabas ya nunca mas volverían a juntarse. Y en ese momento maldije la fiesta, la muerte, la sangre, el dolor de todos. Me dejó un regusto amargo en la conciencia. Despotriqué contra este sentido absurdo de encarar la vida de buena parte del pueblo español. Su cogida coincidió con uno de esos nefastos días de la vida política y económica nacionales. El toro de la crisis nos corneaba a todos en los lomos del horizonte y nos rasgaba la garganta del futuro.
Es la tragedia. Unir una cosa a la otra. Ver el horizonte sombrío. Comprender el dolor de todo acto unido a un destino inexorable. Pero héte aquí que apareció de nuevo Julio Aparicio, sorteando al destino, a la hemorragia de sangre y arena, al puñal clavado con la cabeza de un animal mítico. Héte aquí que el torero salió de su propio laberinto, huyendo de la muerte, con la mirada afilada de quien ha visto de cerca la niebla llameante del averno, sujetando el futuro con la muleta de su presencia, encarando el devenir sabiendo que un dios benevolente le rozó con un soplo la llama de la vida. Y héte aquí, que me alegro de verlo vivo, escultural, profundo, sin contestar a ninguna interrogante. Lo otro, lo de la fiesta, siempre será lo mismo para mí: una extraña comprensión de ese arte y una extraña reprobación de que hay algo que no me gusta: el sufrimiento, tal vez la chulería que inspira buena parte del comportamiento del pueblo español. Porque sublimar esa chulería y hacerla valor exquisito es cosa de muy pocos: de los aparecidos.

lunes, 7 de junio de 2010

LOS CANCERBEROS ASESINOS

Yo tengo una perra samoyedo. Una perra de pelo blanco y ojos marrones verdosos que me miran hablando. Mi familia y yo la tenemos desde que nació. Nos ha dado innumerables alegrías. Su sola presencia en la casa llena los espacios de calor y vida. Cuando mis hijos eran pequeños ella creció con ellos. Jugaron y se revolcaron, corrieron, ladraron y chillaron. Nunca pasó nada. Blanca, que es el nombre de mi perra, jamás tuvo la mínima respuesta agresiva. Aún recuerdo, de cachorrilla, verla brincar persiguiendo a los pájaros. Sé que con los animales se establecen un hilo de comunicación difícil de describir. Cuando paseo con ella una sola mirada nos basta para entendernos. Estamos conectados. Mis hijos crecieron con esa misma sensación, unos mas que otros. Ahora Blanca ha cumplido diez años. Es diabética, del Betis por partida doble. No. Es broma. Es diabética y todos los días la tenemos que pinchar dos veces. Se ha hecho mayor, pero aún conserva su fuente de energía intacta.
Nunca hubiese tenido un Pitbull en casa. Sólo el hecho de pensar que mis hijos corrían algún tipo de peligro me hubiese hecho desistir del empeño, al margen de que sean perros que no me gusten. Cuando uno elige un perro elige también otras cosas. Un pitbull se me antoja prepotente, una representación de un poder que se quiere tener, algo para dar miedo. No voy por ahí con los animales. Me gusta su fuerza, su destreza, su agilidad, su complicidad. Jamás daría miedo a nadie mi Blanca.
Son ya demasiados los niños muertos a manos de los llamados perros peligrosos. Alguien debería pensar que lejos de proteger a la familia, lo que hacen es amenazarla. Su reacción es imprevista. Son razas cruzadas artificialmente, creadas para el combate. En casa no se combate , se juega, se disfruta, se quiere. Si alguien quiere adiestrarlos que lo haga en lugares sin niños. Según marca la ley, tener un perro de estas características es condenarlos a vivir enjaulados, con bozal, con correa, con seguro obligatorio. ¿Eso es amor a los animales? Sería interesante trazar el perfil psicológico de aquellos que eligen este tipo de perros. Pero mientras vienen estos estudios, por favor, dejen a sus perros alejados de los niños y también de los adultos. Díganme que ganan con tener un perro de estas características.-

domingo, 6 de junio de 2010

EL REGGAE JAMAICANO

Jamaica es en la actualidad un estado sitiado por culpa del narcotráfico. Uno no sabe muy bien quien sitia a quien en esta guerra soterrada que sólo se escenifica en las calles cuando una de las partes-, en esta ocasión el gobierno jamaicano autorizando la extradición de Dudu- incumple una especie de pacto del que se benefician todos. Las razones últimas de por qué el gobierno jamaicano ha consentido en esa extradición se me escapan, después de años negándose a autorizar la extradición del capo de la droga ante las peticiones americanas. ¿Venganza, traición, amor a la justicia y a la legalidad, falta de beneficios? El caso es que probablemente el gobierno no midió bien las consecuencias de este acto pues la población de los barrios humildes jamaicanos se ha puesto en pie de guerra para evitar que lo capturen. El narcotráfico en Jamaica, como en tantas partes del planeta , lo inunda todo. Nada se mueve en esa rítmica isla sin que esté contaminado por el dinero de la droga, desde la política a la justicia. Para mayor perplejidad, es el dinero del narcotráfico el que funciona en la isla como una alternativa al estado, creando escuelas y hospitales para la población mas pobre.
No es de extrañar que esos mismos beneficiarios de la caridad caribeña de la coca se lancen a la calle a defender a su benefactor.
Desde hace mucho tiempo tengo la convicción de que la mafia, -las distintas mafias mundiales- gobierna el mundo. No en vano la crueldad de sus métodos la utilizan a menudo demasiados gobiernos aparentemente libres cuando se trata de defender sus intereses. Igual sensación me inunda cuando contemplo como la justicia suele hacer aguas cuando se trata de perseguir a los grandes capos de las mafias. Hoy mismo, en España ha sido detenido Kalashov, el ladrón de ley georgiano, que esperaba plácidamente en Marbella la notificación de su sentencia: siete años de cárcel por blanqueo. Curiosamente Kalashov fue liberado por la Audiencia Nacional nada mas acabar el juicio, en una medida un poco extraña. Si no se ha fugado del país es porque alguien le ha montado una estrategia casi perfecta. Coincidiendo con la publicación de su sentencia, las autoridades georgianas han solicitado su extradición. Finalmente se irá a su país, de rositas. Aquí la sentencia fijaba que cuando adquiriera el tercer grado o cumpliera las tres cuartas partes de la sentencia fuera expulsado del país. Hay que recordar que en el juicio contra Kalashov, los policías y funcionarios georgianos se negaron a testificar por miedo a las represalias. Así que imagino que la vida en Georgia no le será muy difícil. En nuestro país ha contado además con excelentes abogados, como el ex-juez de la Audiencia Nacional Gómez de Liaño. Yo creo que la técnica de la justicia opera siempre a favor de estos capos. No sé si por defecto del sistema o porque el sistema está hecho de modo y manera para que los grandes mafiosos se libren de todo. Un buen abogado, contactos aquí y allí, y mucho dinero pueden hacer sortear los impedimentos de haberse saltado la ley. El sistema no perdona una pequeña deuda a un paisano. Si es necesario se le ejecuta su casa y tan campante. Es inexorable con los humildes, a aquellos que los bancos y las financieras les prestan dinero. Pero a estos grandes capos el sistema les exonera con frecuencia de todo. Con fortunas de miles de millones, una pequeña minucia de blanqueo de siete millones es pecata minuta. Se trata de buscar una fórmula, un defecto, un fallo en la ley. Ahí están los grandes abogados.
Pero las noticias del día no dejan de sorprenderme. En Las Vegas se van a inaugurar dos museos en honor de la mafia, uno con fondos públicos y otro con financiación privada. Se trata de saber cómo vestían, cómo se movían, que coches usaban, que declaraban, que mujeres sedujeron...todo muy revelador. No sé si las pistolas aún rezumaran sangre, pero no importa. En este mundo, lo peor de todo es ser víctima. Nunca te harán un museo por tener esta condición. En fin, y para ir acabando, el país que pide la extradición de DUDU, el narcotráficante jamaicano, no tiene ningún reparo en montarse dos museos para sus mafiosos, como un lugar de culto y veneración- ya me imagino a los escolares intentado emular sus hazañas. Y es que en el fondo, y cada vez mas en la superficie, la mafia gobierna el mundo.

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